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CARTA ABIERTA JUAN SABINES
ADIÓS SR. GOBERNADOR
Hace seis
años escribí una carta también al Gobernador entrante Juan Sabines. Volvía a
escribir después, de haber sido conminado a dejar de escribir los últimos tres
años del sexenio de Pablo Salazar Mendiguchía.
Han pasado
muchas cosas desde entonces Sr. Gobernador Juan Sabines. Fui testigo de muchas
de ellas, porque me gusto su proyecto que concluye en unos días, y viví en
carne propia el cambio que se ha dado en Chiapas.
De todos
sus “Hechos y no Palabras”, no voy a hablar, sino que daré cuenta de la manera
en que usted se gano con creces la clasificación que hice de usted, un
estadista humano.
Usted ha
sido humano y sencillo con la gente pobre. Esos pobres que tanto abundan y
seguirán abundando en toda nuestra historia. Fue humano con ellos, porque
siempre se acercó, sin que se lo pidieran a los casos que nos lastimaron a
muchos en la moral cuando estos ocurrían. Así pues, cuando estábamos tristes
por algún hecho, usted saltaba a la palestra con una solución trascendental.
Tal es el
caso de las ciudades rurales. Porque quieran o no quieran aceptarlo sus
enemigos políticos, usted construyó dos ciudades que nacieron de una desgracia
natural. Se condolió con los deudores, y les dio cobijo en sus brazos con
palabras de aliento y consuelo, pero fue más allá, porque con las ciudades
rurales, se les dio, lo que en ningún lado les restituyen a los que lo pierden
todo. Ahí está el caso del Katrina, el Gobierno más poderoso del mundo, no pudo
darles nada digno a las victimas del Katrina más que, casas rodantes por
determinado número de tiempo, lo que por cierto enfermaron a cientos de esas
victimas del Katrina, porque la insulación de esos viejos remolques usados eran
de fibra de vidrio.
Así pues,
usted no volteo a ver a otro lado y dejo que otro arreglara el problema, sino
que metió la mano al fuego por las victimas del San Juan del Grijalva, y les
dio una nueva luz. La luz de vivir con dignidad, para poder comenzar de nuevo,
pero con la ventaja de que no se recomienza de cero. Muchos le agradecieron
esta acción. Pero sobre todo, millones de chiapanecos le reconocieron este
gesto.
Ahí se
afirmo el estilo del estadista humano que ve por su pueblo, pero que sobre todo
ve por el pueblo que esta más jodido (disculpe y disculpen el termino) De ahí
vinieron muchos programas, que fueron moldeando el espíritu actual de cientos
de miles de chiapanecos, el espíritu de preocuparnos por los demás.
Otro
programa humano, convertido en ley y que cambio de nuevo el rostro de los
chiapanecos, fue la mano que extendió usted, copiada o no, pero que usted la
hizo realidad y para siempre, fue y es el apoyo mensual del Amanecer para los
ancianos.
La soberbia
de gente insensata, que cree que será joven toda la vida y que quiere todo para
ellos y sus enemigos políticos, criticaron hasta el cansancio esta ayuda, que
aunque es muy poca, ha salvado la vida de miles de ancianos, cientos de miles.
Este apoyo
de mensual de Amanecer, les dio el orgullo que los años les arrebataron a estas
personas, les dio y les da el gusto de saber que cuentan con algo para afrontar
los últimos años. En fin, les dio unos años más para vivir. Este programa lo
creo y lo puso a funcionar sin distingos de nada, solo por amor que les tiene a
los ancianos chiapanecos. Amor que se ve en la sonrisa y que los ancianos le
corresponden ese amor con una mirada de agradecimiento. Mirada que le vi ayer
cuando gritaba desde el estribo de la suburban gris en el parque central de
Tapachula… ¡Gracias Tapachula!
Me da pena ajena,
saber como lo critican desde el anonimato, desde la ignorancia de no saber como
se vive con el poder y las decisiones difíciles que ha tenido que tomar por
Chiapas. Usted no es Dios para ser perfecto, claro, es humano, pero no es ni
borracho ni drogadicto como lo rumoraban gente sin escrúpulos, sin saber sin
haberlo visto como yo lo vi trabajando jornadas extenuantes hasta altas horas
de la madrugada. Tomando alguna siesta en sus viajes por todas y cada una de
sus giras a todos, todos los municipios del estado. Usted gobernador es una
persona sana, y honesta, porque se le ve en el semblante, la cual sabe decir
que no, cuando no se puede y si y lo hace cuando es factible hacerlo, y cuando
no es factible, ha buscado quién venga a invertir al estado.
Su forma
humana de gobernar, le trajo paz a nuestro estado. Mientras que sus críticos
olvidan maliciosamente que durante seis años se vivió y se vive en varias
partes una guerra con el narco, en Chiapas, tuvimos mínimas consecuencias por
ello. Claro, sufrimos todos de inseguridad, pero es la inseguridad común del
ladrón, del asaltante, del violador, del riendero, en fin es la inseguridad
común. Gracias a Dios, esto también lo combatió. Que faltó mucho, claro que
falto, porque también esta en la naturaleza humana la maldad, y de esto
seguiremos sufriendo hasta el fin de nuestros días, lo importante es que se
siga combatiendo y previniendo como lo hizo usted a través de la Secretaria de
Seguridad Pública. Además, cuando se dieron estos actos delictivos, la Procuraduría
de Justicia del Estado dio como nunca, con los culpables y eso es lo bueno.
En su
gobierno, se vio la justicia, con la liberación anticipada de reos, el perdón
de otros que no tenían que ver con nada, y pidió perdón por encarcelados de
otros gobiernos que fueron encarcelados injustamente. En fin, que aunque la
justicia es ciega, usted vio injusticias y las remedio en sus alcances.
Sr.
Gobernador Juan Sabines, el espacio se me termina, pero quiero darle las
gracias por los cientos de miles de sonrisas, alientos devueltos, esperanzas
recobradas y muchísimo más que hizo usted por todos los chiapanecos, enemigos y
no enemigos, usted siempre abrió y estuvo dispuesto al dialogo.
De la
deuda, de corrupciones, de lucha políticas, y demás cuestiones que le quieren
tildar, que el que tenga pruebas que las aporte y lo dirima en los juzgados.
Pero sabemos que no será así, porque sus críticos no le han dado la cara, se
ocultan bajo nombre falsos y avientan la piedra y esconden la mano. Con
contadas excepciones de gente que le acusa directamente, todas las acusaciones
anónimas son pura falsedad. Poco son los valientes, y muchos los cobardes.
Usted es un valiente.
Que si deja
una deuda impagable, pues déjeme decirles que millones de gente en el mundo
están esa situación. Habrá las instancias legales que chequen el destino de los
dineros de esas deudas y darán su veredicto. Mientras tanto, los hechos están
palpables y esa es la mejor prueba.
En cuanto a
mi Tapachula, la cambió, desgraciadamente, los presidentes municipales que
fungieron durante su sexenio, que fueron electos por los tapachultecos,
saquearon a Tapachula con la cuchara grande. Eso es otro cantar, por lo que le
pido que busque que se haga justicia para nuestra ciudad. Se lo pedimos todos
los tapachultecos.
¡Adiós Juan… Adiós Juan Sabines…
Adiós Sr. Gobernador! Que Dios Nuestro Señor lo Bendiga y cuidado con sus
enemigos políticos, porque tarde o temprano buscaran venganza.
